Nuestros teléfonos móviles se han convertido en una necesidad más que en un lujo. Los utilizamos para casi todo en nuestra vida cotidiana. Por ello, nuestros teléfonos contienen más información sobre nosotros que casi cualquier otra cosa que poseamos. Dar prioridad a la seguridad de nuestros datos y tomar medidas proactivas para salvaguardarlos es uno de los pasos más importantes que podemos dar. Entonces, ¿cómo protegemos los datos de nuestros teléfonos móviles?
A continuación encontrará una lista de estrategias que pueden ayudarle a mejorar la seguridad de su dispositivo.
Para evitar accesos no autorizados, es importante tener contraseñas seguras y utilizar funciones biométricas como la autenticación por huella dactilar. Asegúrate de que tus contraseñas tengan al menos ocho caracteres que contengan una combinación de letras y números.
También es importante no utilizar la función "recuérdame" de los navegadores, por muy tentado que estés de aprovecharte de esta opción. Si lo haces, facilitarás el acceso a tus teléfonos a personas que no quieres.
También querrás cambiar tus contraseñas a menudo para proteger los datos. Los expertos sugieren cambiarlas cada tres meses.
Su teléfono móvil debe actualizarse siempre que reciba una alerta de que hay una actualización disponible. Los teléfonos móviles tienen firmware que puede estar expuesto a amenazas de seguridad. Las principales empresas de firmware de dispositivos móviles, como Android de Google e iOS de Apple, lanzan nuevas actualizaciones con frecuencia, y muchas de las actualizaciones contienen parches de seguridad para susceptibilidades conocidas en tu teléfono móvil. Es una buena idea configurar tu teléfono móvil para que se actualice automáticamente.
El cifrado hace que todos los datos de tu teléfono sean ilegibles para personas no autorizadas, a menos que posean el código de descifrado necesario. Si tienes un dispositivo iOS, se encripta automáticamente si utilizas una contraseña para desbloquearlo. Si tienes un Android, debes cifrarlo manualmente.
Las redes Wi-Fi públicas presentan importantes vulnerabilidades. Los ciberdelincuentes pueden interceptar el tráfico de la red y acceder a sus contraseñas, nombres de usuario y otra información confidencial. Proteja los datos utilizando aplicaciones que aseguren su conexión o que proporcionen información sobre el estado de la red Wi-Fi a la que está conectado. Wi-Fi Protected Access (WPA) es más seguro que Wired Equivalent Privacy (WEP).
También deberías apagar todas las conexiones inalámbricas (Wi-Fi y Bluetooth) cuando no las estés utilizando para evitar la conexión automática a redes no encriptadas y conservar la batería.
Muchas aplicaciones móviles recopilan por defecto una cantidad sorprendente de información, a menudo sin que usted lo sepa. Por ejemplo, su aplicación de mapas puede rastrear su ubicación automáticamente. Para mantener el control sobre tus datos personales, revisa la configuración de cada aplicación que descargues y determina qué información recopila. Ajusta los permisos en consecuencia para proteger tu privacidad de forma eficaz.
Para proteger los datos, utilice una Red Privada Virtual (VPN). Esto le permite transmitir y recibir datos con mayor privacidad de lo que sería posible de otro modo. Evita que tu proveedor de servicios de Internet controle los sitios web que visitas y pueda limitar la velocidad de tu conexión.
Perder el acceso a información crítica durante una violación de datos puede ser devastador. Para evitarlo, haz copias de seguridad periódicas de tus datos en un servicio seguro basado en la nube o en un disco duro externo. Esta práctica proporciona tranquilidad y garantiza una copia de seguridad fiable en caso de necesidad.
La mejor forma de conocer la seguridad de su dispositivo es someterlo a pruebas. Existen muchos servicios de comprobación de dispositivos, desde programas sencillos que identifican malware hasta el software de certificación de diagnóstico móvil Phonecheck, que puede identificar hasta 60 posibles defectos. Si te preocupa que pueda haberle pasado algo a un dispositivo tuyo, ésta es una forma excelente de saberlo con seguridad.
Proteger los datos no es una tarea ingente, pero sí importante. Empieza por las tareas más sencillas de la lista anterior y avanza gradualmente hacia las más complicadas a medida que vayas ganando confianza.